Según la fundación Heritage, el término libertad económica es el derecho que todo ser humano tiene para manejar su trabajo y economía, y mediante el cual las personas son libres de trabajar, producir, consumir e invertir de la forma que deseen (FUNDESA, 2021).
A consecuencia de la Revolución industrial en el siglo XVIII, las mujeres se vieron en la necesidad de incorporarse a la fuerza laboral, sin embargo, las condiciones laborales eran deplorables, con una paga lamentable en comparación con los hombres (Cano, 2021). Lo mismo sucedió en la Segunda Guerra Mundial, en el año 1939, cuando los hombres fueron a combatir y las mujeres se encargaron de la economía de su país, trabajando principalmente en fábricas. Desafortunadamente, su economía no mejoró.
En Estados Unidos, no fue sino hasta 1839 que se les dio a las mujeres el derecho a tener control de su propiedad y sus bienes sin tener que consultar primero con el esposo. En 1862, se aprobó una ley en California que permitía a las mujeres abrir cuentas bancarias, independientemente de su estado civil. De igual forma, ese mismo año se autorizó una medida hacendaria (The Homestead Act) que permitía a mujeres solteras, divorciadas o viudas ser reconocidas como jefas de familia ante la ley (Fraser, 2018).
En México, fue hasta la década de los setenta que se hizo un levantamiento del papel de la mujer en el campo laboral, con el Censo General de Población de 1970, no obstante, la lucha por sus derechos se llevó a cabo desde décadas anteriores. Así, al contrastar los datos de dicho Censo con las Encuestas Nacionales de Empleo de 1991 y 2002, se pudo constatar un incremento de las mujeres en el mundo laboral. Estos censos mostraron que, mientras que en los setenta había una tasa de empleo en mujeres del 17 %, en la última encuesta subió a un 35 %.
Sin embargo, aún cuando 1 de cada 5 mujeres mexicanas eran cabeza de familia y trabajaban en el mismo puesto que sus compañeros, la brecha salarial y la restricción económica seguían existiendo.
Cabe señalar que México ha enfrentado el reto de crear formas para alcanzar la inclusión financiera. Así, en 2011 se creó el Consejo Nacional de Inclusión Financiera con el fin de “bancarizar a la población”, aunque no tenía un enfoque para reducir o eliminar la brecha económica de género.
En 2021 se realizó la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, en el que se reveló que solamente el 61.9 % de las mujeres mexicanas cuenta con, al menos, un producto financiero formal, como el ahorro, la inversión o la financiación.
ONU Mujeres resalta, por su parte, la importancia del empoderamiento económico de las mujeres, ya que es de gran ayuda para combatir la desigualdad de género, la pobreza del país, al mismo tiempo que impulsa el desarrollo de la economía inclusiva. ONU Mujeres afirma:
[Las mujeres] siguen sufriendo de manera desproporcionada la pobreza, la discriminación y la explotación. La discriminación de género implica que a menudo las mujeres acaban desempeñando trabajos no seguros y mal pagados, y siguen siendo una pequeña minoría en puestos directivos.
La consecuencia de esta discriminación de las mujeres en general y, particularmente, de las mexicanas, es que se amplíen las brechas de desigualdad económica, puesto que el sistema financiero no toma en cuenta la vulnerabilidad patrimonial de las mujeres, ni existen muchas alternativas de educación en este campo, por ejemplo, para quienes trabajan en la informalidad. Toca al sector público, pero también al sector privado y a las instituciones educativas, abrir espacios para que la mujer aprenda herramientas básicas de finanzas hasta conocer los procesos de contribución en el SAT.
Es por estas razones que en El Claustro te brindamos este curso, donde te dotaremos de herramientas para alcanzar la educación financiera con perspectiva de género. ¿Qué esperas para fortalecer tu empoderamiento económico?
Fuentes:
Cano, A. (2021). Un poco de historia: El trabajo de la mujer a través de los años. FNSI. https://fnsi.com.mx/noticias/un-poco-de-historia-el-trabajo-de-la-mujer-a-traves-de-los-anos/
Esparza, E. (2010). Desarrollo económico con perspectiva de género. INMujeres.
(n.a.). (2018). Uncurrent Events: A History of Women’s Economic Rights. Fraser. https://fraser.stlouisfed.org/blog/2018/03/a-history-of-womens-economic-rights/
Esparza, E. (2003). Las mexicanas y el trabajo II. INMujeres.
Condusef. (2001). Mujeres al Mundo, un producto financiero que impulsará el desarrollo personal, profesional y financiero de las mujeres. Condusef. https://www.condusef.gob.mx/?p=contenido&idc=2001&idcat=1#:~:text=Con%20base%20en%20la%20Encuesta,de%20ahorro%20para%20el%20retiro%2C
UNDP. (2020). Los servicios financieros en México con perspectiva de género: Avances y área de oportunidad. UNDP. https://www.undp.org/es/mexico/publications/los-servicios-financieros-en-m%C3%A9xico-con-perspectiva-de-g%C3%A9nero-avances-y-%C3%A1reas-de-oportunidad